Huyendo

Llevo toda la vida huyendo. Huyendo y escondiéndome. Prometiéndome a mí misma que el cambio estaría en el mañana. Enfocándome en conseguir aquello que pensaba que me daría paz ¿Y sabéis qué? Que no me la dio Ahi es cuando empece a esconderme.

Mi mayor miedo a no encajar, a la soledad se hizo tangible. En los pocos espacios que sentía que era yo no tenia voz y las pocas cosas claras que tuviese vieron calladas por el amor. No me malinterpretéis, la culpa no es del sentir. Ni siquiera es mía, pero si que debí escucharme más y cuidarme más. Estaba escondiéndome y sin voz. Y como alguien que se esconde y no tiene voz primero llegaba mi pelo a los sitios y luego yo. Aún recuerdo las palabras de mi amiga cuando empezó a funcionarme la terapia: "ahora te da igual que se te vea la cara". Lástima que tardase tres años mas en ser consciente de lo que quería, que tardase tres años más en empezar a tener algo de voz, a yo misma darme mi sitio y que no me molestase el espacio que ocupaba, porque si, no podemos pretender que de un momento a otro la niña callada de la sala se convierta en el centro de atención. Ni siquiera lo pretende.

Tengo voz suficiente para ser consciente de los errores del pasado, aprender de ellos.

Ya no tengo miedo a ser vista,

Porque viéndote o sin verte, la gente viene y va

Viéndote o sin verte, cometes errores

Pero sin verte no eres capaz de poner limites 

No eres capaz de alzar la voz

Ni eres capaz de defenderte.

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